martes, 15 de junio de 2010

ocho de diciembre

Quizá todo empezó empezó entre sábanas, gemidos y placer. O quizá empezó todo ésto entre efímeros besos y caricias. Es más, quizá empezó entre furtivas miradas y roces en el pantalón. ¿Qué más da? ¿Sabes? Necesito tu calor. Lo necesito como todo ser humano necesita el aire para respirar, aunque éste no nos haga derretir cual mantequilla tal y como me haces sentir tú a mí. Podría repetirte tres cientas mil veces al día lo mucho que te quiero y lo mucho que me gustas. Tú, y tus locuras. Tú, y tus pasiones. Tú, y tu comprensión. Tú, y tu voz. Tú, y tu aliento. Tú, y tu cuello. Tú, y tu boca.Tú, y tus tonterías, sí, ésas también me gustan. Tú. Sé que suena cutre y sé que suena cursi. Pero, ¿sabes? me da igual ( podría decir me la pela, más natural en mí al fin y al cabo). Jamás escatimaré ni en actos ni en palabras para que no dudes jamás lo que acabas de leer. Creo que mis lágrimas hablan pos sí solas. YO, que nunca había llorado por otro. A MÍ, que nunca había sentido en mis propias carnes el dolor de temer que se te escape alguien, porque si se te escapa, sientes que el rumbo de tu vida velozmente caería en picado hacia la eterna tristeza. Tira y afloja; mi alma polar se ha derretido. Hemos prometido para siempre, y es de única promesa que mantengo bajo cualquier circunstancia.
U're the blood in my veins (estoy enamorada)

1 comentario:

  1. Mi querida Señorita
    Se me estropeó el GPS y acabé en su página. Menos mal, podría haber acabado en sitios peores. He leído, he mirado, he admirado y he de reconocer que es interesante. Volveré (no es una promesa, es una amenaza).
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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